Los Adolescentes.

Adolescentes manoseandose sin piedad, sin razón ó sin dirección. ¿A quién le importa?

La vida para ellos vienen tan fácil como se va,  porque para ellos la vida se concibe en un gemido que no dura más de cinco insípidos minutos. 

Las caricias son vácias y no tiene una razón de existir más que la de poner las manos en algún lugar. 

Los besos son reflejo de una desespera y mala atracción que surgió después de dos ó tres caguamas... 

Para lamento de todos, todos son iguales. Nadie sabe a donde quiere llegar exactamente y menos sabe que hacer cuando esta enredado en un par de sábanas. 

¿Por qué detenerme cuando puedo ir más allá? ¿por qué? Esa es la paranoia que atormenta sus cabezas... Que retorcido es el mundo en el que "el ahora" importa tanto que es el único considerado. 

Los intelectualoides

(tuve un sueño en el que caminaba por un parque enorme, conocí y hablé con muchas personas. Y uno de tantos ellos me dijo algo así:)

Los intelectualoides son un grupo de personas que juegan más rápido al "pin-pooon" que otras. Lo digo  porque según, ese grupo de personas, los intelectualiodes acuerdate, eh,  tienen un aparato que funciona igualito a la pelotita que va de lado a lado cuando dos asiaticos juegan al pin-pon.  Los intelectualoides llegan a jugar tan rápido al pin-pon que se les pierde la pelota, y sabes, sin pelota nadie puede funcionar... Por eso se llama pin-pon, porque tiene que hacer "pin" y "pon". Bueno, ahora que sabes quien eran los intelectualoides, te voy a decir: yo era uno de ellos... pero perdí mi pelotita. 

¿BUENO?

8:54PM
-¿Bueno?.
-No sé, marque un par de veces a tu casa, tu mamá me dijo que no estabas.
-Como a las 7.
-Sí, ya sé... pero aun no sé como mandar mensajes desde esa madre.
-¿YO?
-Pues la verdad no sé, y me parece que son pendejadas tuyas.
-Perdón
-Lo sé, lo sé...
-Sí, desde hace rato. Con Rodolfo.
-El trajo, yo ya no quería....
-Bueno, pero ¿cuál es tu pretexto?
-HAHAHAHA.
-Bueno, esta bien.
-Sí, igual descansa.
-Ajam. Tambien.
-Descansa
-Sí, igual yo.

11:04PM
-¿bueno?
-Pues no quería, estaba ocupado.
-Como tú, pero soy sincero.
-¿Cuáles pretextos?
-Bueno, adios.

2:55AM
-¿y ahora?
-No, ya no.
-No sé.
-Sí, yo lo digo pero tendrás que aceptarlo tú.
-Ok
-Mañana

Sin paracaídas.

Somos la noche nublada cayendo con prisa sobre el cielo azul sin nada que nos detenga, el mismo tiempo nos impulsa a caer más rápido. Somos dos suicidas que se avientan del edificio más alto que pudieron encontrar, esperando que al final de la caída sólo queden manchas de sangre en el pavimento, sesos y cachos de humanos por todos lados. Somos los locos que juegan ruleta rusa y al ganar tiran del gatillo lo más rápido posible. Estamos mal. Estamos locos. Estamos jodidos. No somos el uno para el otro. ¿Te cuesta aceptarlo? A mí no. Yo ya iba en picada cuando te conocí y tú ibas kilómetros adelante de mí. Estamos jodidamente jodidos. Nos chingo la vida y ni condón llevaba puesta. Así somos: ¿nosotros? 

Las mentiras también flotan en el aire.

Somos los rayos del sol que se asoman acosando la intimidad. A quién le importa las secuencias. No somos los mismos que fuimos la noche de anoche, tampoco somos los mismo que fuimos a medianoche, después del humo que pasamos por nuestros labios, del humo que compartimos. Nos acercamos. Nos quemamos. Quemamos todo lo que necesitábamos: miedos, olores, pudores, risas, piel, besos, intimidades, confesiones interminables, uñas, botellas, gritos y gemidos, canciones. Volamos. Nos besamos. Intimamos para dormir en la misma cama y después apenas tocarnos, cada quien acostado en un extremo de la cama. Así somos nosotros. Así se nos cayo la noche. Silencio.